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Elegua y Eshu

martes, 20 de julio de 2010

Osha-Ifá y el Medio Ambiente

Ernesto Valdés Jane Adé Yerí


Las prácticas religiosas traídas por las mujeres y hombres africanos durante la cruel e infrahumana trata esclava que se han conservado en Cuba durante siglos y que de Cuba se han difundido por el Mundo han pasado a ser más que una fe, un modo de vivir integrado en todos los pasos de la vida de muchas personas. Su primer principio es mantener armonía y equilibrio en el flujo de energías entre lo material y lo espiritual, que juntas componen la vida en el universo.

A partir de los años 90 del pasado siglo, los ritos y las ceremonias de las religiones cubanas de origen africano, Osha-Ifá y la religión Bantú, entre otras, han aumentado su presencia en las comunidades, principalmente entre los pobladores de las ciudades. Con este aumento de ritos y ceremonias hay que trabajar para que estas acciones no impliquen situaciones ambientales que puedan resultar inadecuadas para los seres humanos y el medio ambiente.

De acuerdo con las tradiciones y costumbres de estas religiones, los animales destinados a las ofrendas nunca fueron tantos ni la primera alternativa preguntada para ser dedicados a los Orishas. En aquel entonces y en muchos lugares todavía, las primeras preguntas que se hacían eran sobre distintos elementos no sólo sencillos y fáciles de obtener en el entorno, sino que, además, no implicaban para el consultado o para el mismo sacerdote recursos que no estuvieran al alcance de su mano.


La ofrenda de animales, aunque básica y fundamental en las ceremonias de Iniciación y ultra importantes en casos de vida o muerte, era aparte de estas circunstancias, rara vez requerida pues existían otras variantes muy a tono con el entorno. Este tipo de ofrenda estaba reservada para la Iniciación donde el cuerpo y espíritu de aquellos animales eran-aún lo son-los portadores de cierto tipo de energías y vibraciones capaces de despertar espiritualidades.Otro asunto importante en la manipulación religiosa de la ofrenda es la disposición final de ella misma y su colocación en una posición o área específica “preguntada” y adonde se supone que las recibiría el Osha u Orisha en cuestión.

También es importante disponer adecuadamente de los sobrantes no útiles. Era una fuerte tradición, y todavía lo es, para algunas casas-templo, disponer de la ofrenda envuelta en papel de estraza, el popularmente conocido como “papel de cartucho”. De esta forma, al descomponerse en pocos días, se garantizaba el ciclo de retorno a la Naturaleza de los elementos y energías con las que se relaciona, además de ubicarla en una posición discreta y protegida de la acción de intrusos. Ahora, es necesario disponer adecuadamente de las ofrendas según las posiciones “preguntadas” para que no se creen conflictos de credibilidad para el sacerdote al tener o no efecto la obra que se derivó de una ceremonia o rito específico. Al no llevar la ofrenda al lugar señalado, dígase la manigua, la orilla del río (en el campo) la costa o la playa solitaria, al pie de una Ceiba o de una palma que se encuentren en áreas sub-urbanas o rurales, entonces el mensaje que llevan no llega a ningún Orisha u Osha. Forma parte del sistema religioso y su concepción más tradicional las “posiciones” donde los Oshas y Orishas reciben las ofrendas.

Desconocer esta verdad constituye un error garrafal pues todo esfuerzo que se haga, si no tiene su destino en las “posiciones”, es nulo.En relación a los derivados resultantes de las ofrendas, desde la antigüedad estos se han enterrado en posiciones preconcebidas para evitar que la pudrición de los desechos afecte la comunidad con los malos olores.Es importante hacer una correcta disposición de los desechos y evitar el uso de bolsas de nailon (nylon) porque puede retrasar el ciclo de retorno y aumentan los olores desagradables por doquier.

Al mismo tiempo habrá que evitar que, si se usan, se dispongan de estas bolsas en sifones, tragantes y cualquier otro lugar inadecuado ocasionando obstrucciones de los drenajes de la ciudad para evitar daños al medio ambiente. Las personas a cargo de disponer de los desechos, deben hacerlo de la forma apropiada.Este es un motivo básico para que los padrinos desarrollen acciones con sus ahijados de educación ambiental que sean capaces de llevar a ellos lo mejor y más auténtico de esta cultura, basándose en los códigos éticos, las tradiciones y costumbres, que ayuden y estimulen a conocer, rescatar y practicar las conductas más adecuadas, para lograr una mejor calidad de vida y una relación más amigable con el entorno en cada una de las comunidades donde se practique Osha-Ifá u otras religiones cubanas de origen africano.

"Las virtudes fundamentales en Osha -Ifá como partes del Sistema"

La fe, la esperanza y la caridad son virtudes accesibles a los Padrinos o Madrinas y a todos los Ahijados de Osha-Ifá; son un don que otorga OLODUMARE para todos los iniciados o no; en ellas crece también nuestra vida. La fe implica que se deba renunciar a la arrogancia, al pensamiento individualista, a la prisa de juzgar solo, a no confiar en los otros. Es necesario este camino hacia la humildad y hacia la madurez espiritual para superar pensamientos de arrogancia, para crear un ambiente mejor entre nosotros y en las relaciones con la comunidad.

Y justamente la esperanza nos hace capaces de vivir la caridad. Sólo en esta extensión de nuestra alma, en esta auto-trascendencia, con la guía de nuestro Orí y Ángel de la Guarda; nuestra vida se hace grande y podemos soportar las contradicciones y las desilusiones de cada día, podemos ser buenos con los otros sin esperar recompensa y cumplir con el deber de Padrino o Madrina o de ser un Mayor de nuestra religión.

Inspirando nuestra acción en lo divino y en la voluntad podemos cada día dar pequeños pasos en la vida y así aprender la caridad. En ella se esconde el misterio de la religión, la interrelación justa y sostenida con el Orisha tutelar y el Ángel de la Guarda; en una acción sencilla, que tienda sobre todo a tocar el corazón de lo divino con la caridad a tu semejante. Y así se abre el propio corazón y se aprende de la caridad. La vida es un camino continuo donde crecemos de manera constante, la fe, la esperanza y la caridad son también un camino por el cual los iniciados en Osha-Ifá crecen en inteligencia y en sabiduría con el auxilio de nuestros Oshas y Orishas.

LA FE, LA ESPERANZA y LA CARIDAD en la vida diaria de los Padrinos, Madrinas y Ahijados de OSHA-IFÁ.
Padrinos o Madrinas, tengamos fe y esperanza en que nuestras acciones serán bien vistas en tanto mitiguen a los necesitados y ayuden a preservar la humanidad.

Practiquemos la virtud de la caridad en silencio, para que sólo la persona servida lo pueda saber y si es posible que ni ésta lo sepa. El silencio es el grito más fuerte.

Sepamos que la fe iluminará nuestro entendimiento humano para que podamos comprender y aceptar los misterios de la vida y de la adivinación.

Hagamos de la caridad nuestro principal objetivo en todos sus aspectos: caridad en el concepto, caridad en el trato, caridad en el servicio y caridad en silencio.

Sepamos que nuestra caridad, para ser verdadera, debe ser desinteresada, justa, solidaria, ilusionada, silenciosa, humilde, pura, valiente y heroica. Y no debe ser interesada, egoísta, soberbia o vanidosa.

Procuremos que nuestro semblante irradie siempre caridad, paz y alegría aunque llevemos pesares escondidos dentro.

Respondamos al mal con el bien y la auto-superación constante, practicando una verdadera caridad. Sepamos que Oloddumare mora y se manifiesta en todas las criaturas, así que con fe y esperanza no nos cansemos nunca de hacer el bien.

Roguemos a Olodumare con fe y esperanza para que nos señale cuál es su voluntad, qué ofrendas y sacrificios tenemos que hacer y cuál es el camino ancho y recto que nos llevará a unirnos cada vez más a la humanidad.
Vivamos con la esperanza puesta en la gracia, la bondad y la misericordia de Olodumare que nunca nos faltarán y nos permitirán conocer y gozar el amor infinito a nuestros OSHAS y ORISHAS así como a nuestros semejantes. Y en este amor infinito encontraremos la paz, el consuelo y la fuerza necesarios para continuar con provecho el camino de cumplimiento del Código Ético de los Odun de Ifá y las Reglas de Osha-Ifá para Santeros mediante nuestras obras.

Practiquemos la caridad impulsados por el deseo de implantar la justicia, la igualdad, la solidaridad, la paz y la tolerancia entre los seres humanos según nos enseñan el Código Ético de los Odun de Ifá y Las Reglas de Osha-Ifá para Santeros.

Sepamos que la caridad es la virtud que más nos hará progresar en el camino hacia el cumplimiento de nuestra misión como religiosos. Y también sepamos que la caridad, si no está acompañada de obras, está muerta en sí misma.

Pidamos a Olodumare que nos conceda fe a través de nuestras obras y trabajos para lograr creer en lo que otros no ven ni entienden claramente sobre la grandeza, la gloria y los designios de Olodumare mientras habitan en el cuerpo mortal.

Sepamos que la caridad es amor y nos protegerá. Donde hay amor a Olodumare no hay vacío. La caridad nos producirá fortaleza y aumento de las demás virtudes.

Consideremos a la caridad como un puente formado por personas virtuosas que una a lo divino con los necesitados y caminemos con fe viva, esperanza fuerte y caridad entera.

Practiquemos las Reglas de Osha-Ifá para Santeros y El Código Ético de los Odun de Ifá para cumplir nuestro Itá y así servir mejor a nuestra religión.

Hagamos obras de caridad y de asistencia para remediar en lo que podamos a tantos pobres y necesitados. Promovamos los buenos ejemplos y las buenas obras de caridad, la verdad, la equidad, la justicia y la fraternidad. Hagamos de las Reglas de Osha-Ifá para Santeros y El Código Ético de los Odun de Ifá nuestra guía de vida para ayudar mejor a nuestros semejantes y a la humanidad.

El poder infinito de la esperanza en los Santeros, Padrinos, Madrinas y Ahijados

La esperanza nos renueva con valor durante desafíos difíciles. Pongamos siempre nuestra fe y esperanza en acción para vencer la desesperación. Sentémonos al lado de todo aquel que se sienta desalentado, preocupado o solo y hablémosles del infinito poder de la esperanza. La esperanza en que nuestras obras tendrán el resultado esperado y que tienen el poder de colmar nuestra vida con felicidad. Su ausencia, cuando este deseo del corazón se demora, produce una angustia.

La esperanza es un poder espiritual; es un principio de promesa y, como con tal, tenemos la responsabilidad de hacerla una parte activa de nuestras vidas y superar la tentación de perderla. La esperanza conduce a la paz, a la misericordia, al gozo y a la alegría. La duda, la desesperación y el no cuidar a nuestros hermanos nos conducen a la tentación de incumplir con el Código Ético de los Odun de Ifá y las Reglas de Osha-Ifá para Santeros, lo que puede ocasionar que perdamos selectas y valiosas personas en nuestro entorno y bendiciones y andemos desorientados en el plano terrenal.

La esperanza no es conocimiento, sino, más bien, es la confianza perdurable en Olodumare como hacedor de la vida; es confiar en que si hoy vivimos de acuerdo con el Código Ético de los Odun de Ifá y las Reglas de Osha-Ifá para Santeros, recibiremos las bendiciones deseadas en el futuro; es creer y esperar a que nuestras acciones sean contestadas; es una expresión de confianza, optimismo, entusiasmo y paciente perseverancia.

Todos hemos experimentado el desaliento y la dificultad los cuales hay veces que parecen ser inaguantables. En esas ocasiones, los principios del Código Ético de los Odun de Ifá y las Reglas de Osha-Ifá para Santeros en los que tenemos esperanza, nos sostienen y nos guían hasta que, una vez más, caminamos en la luz.

Tenemos esperanza en Olodumare, en la bondad de Él, en sus manifestaciones, en el conocimiento de que las acciones se ven, se escuchan y se contestan con la participación de nosotros en ellas. Podemos tener la esperanza y la confianza en Olodumare. En tiempos de aflicción, podremos asirnos fuertemente a la esperanza de que todas las cosas obrarán para nuestro bien si cumplimos nuestro Itá y seguimos los consejos de los Oshas y los Orishas y por tanto hacemos las ofrendas y sacrificios indicados. Aprendamos a cultivar la esperanza de la misma manera en la que aprendemos a caminar: un paso a la vez, después más.

La fe, la esperanza y la caridad se complementan entre sí; a medida que una crece, la otra también lo hace. La esperanza viene por la fe, puesto que sin fe no hay esperanza. De la misma manera que la esperanza proviene de la fe porque la fe es la certeza de lo que se espera.

La esperanza es esencial tanto para la fe como para la caridad. Cuando la desobediencia, la decepción y la postergación socavan la fe, la esperanza está presente para sostenerla. Cuando la frustración y la impaciencia desafían a la caridad, la esperanza fortalece nuestra resolución y nos insta a cuidar de nuestros hermanos, incluso sin esperar una recompensa.

Padrinos o Madrinas, Ahijados: Las cosas por las que tenemos esperanza nos conducen a la fe, mientras que las cosas en las que tenemos fe nos conducen a la caridad. Las tres cualidades: fe, esperanza y caridad trabajan juntas fundadas en la verdad y nos guían para que abundemos en buenas obras y cumplamos gustosos y esperanzados el Código Ético de los Odun de Ifá, las Reglas de Osha-Ifá para Santeros y el Itá de nuestros Oshas continuando en nosotros esta práctica hasta poderla llevar a todos nuestros hermanos de verdad.
Esperamos recibir sus comentarios.


Atentamente,

Lic. Ernesto Valdés Jane Msc. Adé Yerí

martes, 23 de marzo de 2010